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La profesión de Procurador de los Tribunales es una de las menos conocidas pero más fundamentales dentro del sistema de justicia en España. Más de 9,000 profesionales ejercen esta labor, adaptándose continuamente a las nuevas legislaciones y tecnologías sin cuestionar su implementación. Sin embargo, en la actualidad, estos profesionales se ven más como técnicos informáticos que como especialistas en derecho.

Cuando explicamos nuestra labor al público, solemos compararla con la relación entre un anestesista y un cirujano. Aunque ambos son esenciales en una operación, el cirujano es más visible, mientras que la función del anestesista pasa desapercibida pero es crucial. Así ocurre con los procuradores y los abogados: aunque nuestra presencia no sea tan evidente, sin nosotros la justicia no sería ágil ni justa.

Los Derechos de los Procuradores: Una Realidad Injusta

Lo que muchos desconocen es que los Procuradores de los Tribunales no gozan de los mismos derechos que otros trabajadores. La justicia nunca se detiene, y esto es literal. Mientras que cualquier trabajador tiene derecho a una baja por enfermedad, por el fallecimiento de un familiar o por maternidad, los procuradores no podemos detener nuestras obligaciones, ni siquiera en esas circunstancias.

Los procuradores no tienen derecho a desconexión ni a conciliación laboral. Esto significa que no podemos enfermar, cuidar de nuestros hijos o enterrar a nuestros seres queridos sin que se interrumpan las notificaciones de los juzgados o nuestra presencia en los juicios. Esta falta de derechos se justifica en nombre del beneficio del justiciable, pero ¿realmente es justo sacrificar los derechos de unos para favorecer a otros? La respuesta debería ser no, y por ello debemos luchar para conseguir los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. No somos ciudadanos de segunda, ni esclavos de nuestro trabajo.

La Lucha por Aranceles Dignos y Conciliación Real

Un error común es pensar que los Procuradores están bien remunerados a pesar de estas injusticias. Nada más lejos de la realidad. Nuestros honorarios están regulados por aranceles, y tras la nueva reforma con el RD 434/2024, las cuantías máximas establecidas son ridículas e incluso ofensivas. Por este motivo, 32 Colegios de Procuradores decidimos recurrir esta reforma, exigiendo la publicación de aranceles dignos que reflejen la realidad económica actual.

Desde el Ilustre Colegio de Procuradores de los Tribunales de Valencia hemos asumido el compromiso de luchar por aranceles que nos permitan vivir de nuestro trabajo, pero también por una verdadera conciliación laboral. Queremos tener los mismos derechos que cualquier otro operador jurídico, sin perjudicar los derechos de los justiciables, pero siempre dentro del respeto a los derechos personales de cada uno.

En resumen, aunque los Procuradores de los Tribunales somos una profesión poco conocida, somos esenciales para el buen funcionamiento de la justicia. No solo representamos a los ciudadanos ante los tribunales, sino que impulsamos los procedimientos y garantizamos que los abogados obtengan los mejores resultados para sus clientes. A pesar de ello, carecemos de derechos fundamentales como el descanso y la conciliación, y nuestros aranceles son insuficientes para vivir dignamente. Es crucial que los ciudadanos comprendan que, aunque somos imprescindibles en el ámbito judicial, necesitamos y merecemos tener los mismos derechos que el resto de los ciudadanos y una retribución justa por nuestro trabajo.


Artículo escrito por la Decana del Ilustre Colegio de Procuradores de los Tribunales de Valencia, Begoña Mollá Sanchis


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