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Las prácticas sexuales entre los adolescentes han evolucionado de manera alarmante en los últimos años. Términos como Cruising, Dogging, Glory Hole, Stealthing y Chemsex son cada vez más comunes entre los jóvenes, pero pocos adultos comprenden el verdadero significado y las implicaciones de estas actividades. Estas prácticas implican altos riesgos y una preocupante falta de educación sexual adecuada, lo que ha llevado a un aumento significativo en las enfermedades de transmisión sexual (ETS) entre la juventud. Como presidenta del Colegio Oficial de Educadoras y Educadores Sociales de la Comunidad Valenciana, María José Navarro Vercher aborda esta problemática con una mirada crítica y constructiva.

Nuevas Prácticas Sexuales y sus Riesgos

Las prácticas sexuales como el Cruising, Dogging, Glory Hole, Stealthing y Chemsex han ganado popularidad entre los adolescentes. Estas actividades, que suelen involucrar sexo casual con desconocidos y, en muchos casos, el uso de drogas, presentan un alto riesgo. Las sustancias tóxicas utilizadas pueden mantener la estimulación sexual durante horas o incluso días. Una de las prácticas más peligrosas, el Stealthing, consiste en quitarse el condón sin el consentimiento de la pareja, incrementando significativamente el riesgo de transmisión de ETS. La falta de protección y el entorno riesgoso de estas prácticas ponen a los jóvenes en una posición vulnerable.

Incremento de Enfermedades de Transmisión Sexual

La consecuencia directa de estas prácticas de alto riesgo es un aumento alarmante en las ETS entre los adolescentes. Enfermedades como la sífilis, gonorrea, VIH, clamidia y el papiloma humano están en auge. Las estadísticas son inquietantes: la clamidia ha aumentado un 128% y la gonorrea un 83% en solo cuatro años entre los jóvenes, afectando a edades cada vez más tempranas. La prevalencia del VIH entre adolescentes es del 21%. Estos datos reflejan una falta de educación sexual efectiva y acceso a información confiable, lo que contribuye a la propagación de estas enfermedades.

La Falta de Educación Sexual Adecuada

La educación sexual sigue siendo un tema tabú en muchas familias y centros educativos. Los adultos y las instituciones suelen abordar este tema de manera superficial, dejando a los jóvenes en manos de información poco precisa obtenida de redes sociales, influencers y, principalmente, la pornografía. Según un estudio de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas, más de la mitad de los jóvenes de entre 15 y 19 años ha tenido al menos un encuentro sexual con penetración, y este grupo es el que muestra mayores tasas de nuevas infecciones. La vergüenza y el desconocimiento de los riesgos hacen que muchos adolescentes oculten sus síntomas, lo que agrava la situación y aumenta la transmisión de enfermedades.

En conclusión, la situación actual demanda una intervención urgente en términos de educación afectiva y sexual. Es imperativo que trabajemos en la prevención y detección precoz de las ETS mediante programas de formación adecuados en municipios, centros juveniles, escuelas e institutos. Solo a través de una educación sexual abierta y de calidad, podremos proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para tener sexo seguro, consentido y con sentido. Proteger su salud y bienestar debe ser una prioridad para construir un futuro más seguro y saludable para todos.


Artículo escrito por María José Navarro Vercher presidenta del Colegio Oficial de Educadoras y Educadores Sociales de la Comunidad Valenciana


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