Ante el cáncer, las empresas tienen la oportunidad de ser agentes de apoyo
El pasado 4 de febrero, se conmemoró el Día Mundial Contra el Cáncer. La Organización Mundial de la Salud, en su último informe, proyecta un alarmante aumento del 77% en los nuevos casos de cáncer a nivel mundial hasta el año 2050.
Factores como el envejecimiento, el crecimiento poblacional y cambios en la exposición a riesgos, vinculados al desarrollo socioeconómico, justifican esta tendencia. La magnitud de este aumento subraya la necesidad imperante de ampliar recursos económicos y profesionales para abordar la enfermedad de manera integral.
Impacto Emocional y la Importancia del Acompañamiento Psicológico
El diagnóstico, tratamiento y la culminación del proceso cancerígeno generan un impacto emocional significativo en la persona afectada y en su entorno cercano. En este contexto, el papel fundamental de las psicooncólogas y psicooncólogos radica en proporcionar un apoyo psicológico esencial. Su objetivo principal es ayudar a enfrentar el malestar, mejorar la adaptación y mitigar las consecuencias negativas de este difícil proceso médico.
Cáncer y Mundo Laboral: El Rol Esencial de la Psicología del Trabajo
El cáncer no solo afecta las esferas personales, sino que también influye profundamente en el ámbito laboral. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 38% de las personas diagnosticadas en 2023 se encuentra en edad laboral, enfrentándose a una mayor prevalencia de pérdida de empleo. Ante este panorama, surge la necesidad crítica de incorporar la labor de la Psicología del Trabajo.
Las empresas deben desarrollar e integrar planes para abordar adecuadamente las nuevas necesidades de los trabajadores afectados, considerando también el impacto emocional en el resto del personal. La psicóloga del Trabajo, Pilar del Pueblo, enfatiza la importancia de crear empresas más sensibles y empáticas, diseñando acciones personalizadas desde el diagnóstico hasta la reincorporación. Estos planes, elaborados en el departamento de gestión de personas, con psicólogos del trabajo, deben activarse tan pronto como la persona informa a la empresa, convirtiendo así a la empresa en un agente activo y de apoyo a lo largo de todo el proceso, desde el diagnóstico hasta la reincorporación.